“Vámonos al chairo-fest”, me dice mi prima terminando de cerrar la maleta y más que apuntada para subirse al camión que la llevará, junto con otras personas, a la Ciudad de México.
En esta ocasión me tuve que quedar debido a un tema personal, pero no pude evitar mientras la veía partir recordar todas las veces que hemos viajado juntas para acompañar a nuestro presidente en alguno de los eventos que organiza en la emblemática (y muy peleada) plancha del Zócalo capitalino.
El término “chairo-fest” me da mucha risa.
Deja una respuesta
Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados*